Los primeros dientes que salen a los niños son conocidos como dientes de leche y aparecen durante los tres primeros años de vida. Estos dientes son perfectos para que comiencen a masticar y comer alimentos sólidos, pero no son muy resistentes.
La caída de los dientes de leche es un proceso natural por el cual pasan todos los niños, forma parte de un crecimiento completamente sano durante la infancia. Sin embargo, puede haber diversos factores que alteren este desarrollo dental.
Por eso, es muy importante saber detectar algunos problemas que se pueden desarrollar y que se derivan en otras consecuencias a largo plazo.
Alguno de los más comunes es la pérdida de dientes de leche de forma temprana. Por ello, si últimamente sospechas que tu hijo está sufriendo algunos cambios en su dentadura antes de tiempo, sería recomendable que buscaras ayuda profesional para un tratamiento acorde a su condición.
A continuación, desde Clínica Dental Belladent Bonanova te damos algunas claves para detectar y evitar caídas prematuras de dientes.
¿Cuándo comienzan a caerse los dientes de leche?
La dentadura de leche la componen 20 dientes en total. Estos permanecen por un tiempo limitado en la boca hasta que son reemplazados por los dientes definitivos o permanentes.
Por regla general, los niños completan su dentadura al cumplir los tres años y hasta los cinco años no se empiezan a sustituir los dientes de leche por los definitivos. Entre los 12 y 13 años pasan a tener todos los dientes permanentes.
No obstante, hay casos en los que los niños pueden presentar una caída temprana de los dientes a los cuatro años, o un inicio de la caída tardía a los siete años.
Si su hijo pierde los dientes de leche antes de tiempo por deterioro o accidente, los dientes permanentes pueden salir prematuramente y crecer torcidos debido a la falta de espacio.
¿Cómo cuidar los dientes de leche?
La clave es procurar que los dientes estén limpios el mayor tiempo posible y crear unos hábitos que acompañen al niño durante la infancia. Esto hará que en el futuro no tenga que visitar al dentista más de lo deseado.
Uso del cepillo y el hilo dental
Es posible que tu hijo necesite un poco de ayuda para cepillarse los dientes correctamente. Lo ideal es que estos se limpien en el transcurso de cinco a 10 minutos después de comer.
Así mismo, para una buena salud dental a largo plazo, es necesario que el niño cuide de sus encías. Se le debe enseñar a usar hilo dental con regularidad, de preferencia una vez al día, para ayudar a evitar alguna enfermedad de las encías (o periodontal) cuando sea adulto.
Una pasta de dientes para el control del sarro puede ayudar a evitar que la placa se adhiera a los dientes. Además, el flúor en la pasta de dientes puede fortalecer el esmalte exterior expuesto de los dientes de los niños y ayudar a evitar las caries.
Acudir periódicamente al dentista
Es importante que tu hijo acuda al dentista dos veces al año para realizarse una limpieza bucodental.
Las citas preventivas regulares disminuirán significativamente los riesgos de que su hijo tenga que experimentar alguna vez un tratamiento dental mayor. Además, es importante que hable con el especialista cada vez que su hijo se queje de dolor de dientes. Este dolor podría ser la señal de caries dental.
Prevención contra las caries
Es posible que su dentista también sugiera colocar sellantes en los molares de su hijo. Estos recubrimientos plásticos delgados evitan que la placa se acumule y quede atrapada en las cavidades y fisuras de los dientes.
Son apropiados para todos los dientes traseros que tiene ranuras, y debido a que tienen mucho éxito en la prevención contra la caries, también son económicos.
Es posible que sea necesario volver a aplicar sellantes durante la adolescencia. Con una combinación de sellantes y un tratamiento de flúor, la incidencia de las caries se puede reducir en un 90%.
Si tienes alguna duda o pregunta, ponte en contacto con nosotros. En Belladent estaremos encantados de ayudarte y ofrecerte el tratamiento que mejor se adecue a las necesidades de tu hijo.